NOTA CULTURAL —Recordando al doctor Tejada Florentino

Un día como hoy, 19 de enero de 1960, se produjo la desaparición del médico dominicano Manuel Antonio Tejada Florentino, quien salió de su casa alrededor de las 9:30 AM rumbo al Hospital Salvador B. Gautier de Santo Domingo, donde laboraba como jefe del departamento de Cardiología. Quienes lo vieron por última vez informaron que fue tomado como prisionero dentro del hospital, por miembros del Servicio de Inteligencia Militar (SIM); una banda de sicarios al servicio del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Conforme a la versión del jefe del SIM, Víctor Alicinio Peña Rivera, en su libro “Historia Oculta de un Dictador: Trujillo”, el doctor Tejada Florentino fue llevado a la tenebrosa Cárcel de «La Cuarenta», donde murió al ser sometido a descargas eléctricas en la silla de torturas.

La vida de Manuel Antonio Tejada Florentino estuvo preñada de éxitos, sacrificios, luchas, valor y resistencia. Nació el 17 de diciembre de 1907, en Salcedo, hijo de una noble mujer, María Heriberta Tejada, quien era maestra, modista y comadrona. Por su parte, su padre, Luis María Florentino, era un artesano que tenía por oficio fabricar ataúdes. Manuel Antonio Tejada Florentino, desde temprana edad aprendió el oficio de ebanista. También, aprendió a tocar guitarra, tambora, cornetín y bandoneón. Fue tan bueno en la música que llegó a dirigir la Banda Municipal de Música de Salcedo; con el mérito de ser el primer nativo del municipio en hacerlo. Luego, deja la banda de música y se traslada a Santo Domingo a estudiar medicina en la Universidad de Santo Domingo, hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo. Cuando terminó la carrera en la universidad, volvió a su provincia y se instaló en Villa Tenares, donde ejerció la medicina con un alto espíritu social, solidaridad y compromiso con los pobres. Además, fundó clubes culturales y deportivos, construyó escuelas, bibliotecas, canchas deportivas, etc. Más tarde, con sus propios ahorros, se fue a México a realizar una especialidad en cardiología, en el Instituto Nacional de Cardiología, bajo la dirección del doctor Ignacio Chávez. En México, fue altamente influenciado por el sistema político que imperaba allá, contrario al régimen de fuerza que gobernaba la República Dominicana. Por eso, al regresar al país, en 1951, se incorporó a la lucha por la libertad, y en 1959 se integró en cuerpo y alma al “Movimiento Clandestino 14 de Junio”. En dicho movimiento, conforme a los testimonios de sus compañeros de lucha, fue un destacado orientador-intelectual en pro de la libertad, la dignidad y la resistencia contra de la dictadura de Trujillo. En resumen, el doctor Tejada Florentino fue un verdadero líder; sacrificó su carrera, su familia y su propia vida por la libertad del pueblo dominicano; sacrificio que le merecen el título de héroe de la libertad.

Termino esta nota con un pensamiento de Nelson Mandela, cito: “Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”.

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