El mundo al “Revés” por falta del “Derecho”.

En las redes se observa una señora cantando algo que por las letras presumimos que se titula “el mundo está al revés”, aunque puede resultar chistoso, quizás porque ella confiesa que la menopausia le ha cogido con eso-cantar-, pero dentro de la jocosidad ella revela que “le gusta decir la verdad”, y la verdad que observando los acontecimientos de los últimos días en la sociedad se puede concluir tal como ella confiesa, que el mundo está al revés. Que otra cosa se puede decir, cuando los hechos demuestran que al “Derecho”, le falta carácter para cambiar lo “al Revés” que estamos.
Nos enteramos por las redes sociales que unos jóvenes, adolescentes todos, deciden tomar un vehículo propiedad de los padres de uno de ellos de manera inconsulta, viajan durante varias horas tomando alcohol, consumiendo juca y tienen un accidente donde resultan todos muertos. Otros adolescentes en una escuela deciden convertirla en pasarela de moda, pero las modelos no son las tradicionales jovencitas, sino, jovencitos que hacen el rol de jovencitas. Un joven captado en un video realiza una obra atroz, ahoga sin remordimiento a una jovencita públicamente, sin que los presentes tomen en consideración lo que estaba pasando. Unos desalmados deciden asaltar en un barrio y para escapar de la escena hacen disparo a mansalva y matan un niño de tres años que estaba sentado mirando muñequitos.
Por otro lado, autoridades que están para perseguir el delito se convierten el delincuentes, avisan al jefe de narco para que se esfume antes de que lo apresen, etc. ¿De quién es la responsabilidad? ¿De los padres? ¿De las autoridades? ¿De las escuelas?
Lo al revés de todo, es que los comentarios de algunos “periodistas” se refieren a la responsabilidad de las autoridades de tránsito, en el caso de los jóvenes muertos en el accidente, pero nadie analiza que la educación vial no es el primer eslabón para garantizar que los jóvenes tomen alcohol, roben los vehículos de sus padres y usen juca, el elemento primordial para evitar ese tipo de tragedias inicia por la formación en el hogar.
También acusan algunos a las autoridades de educación por el desorden que realizan los adolescentes estudiantes en las escuelas, pero no cuestionan que la formación en el hogar de esos adolescentes es determinante para enderezar su comportamiento en la escuela. Si alguna responsabilidad tienen las autoridades en este mundo al revés, es no aplicar el “Derecho” en los casos donde la responsabilidad de los padres es evidente en la falta que cometen los hijos, o la de no perseguir el delito y sancionar a los delincuentes, cosa que solo hacen con los más desposeídos, pero aun en ese escenario el hogar tiene un rol fundamental, pues la formación en valores y principios en el hogar es lo que hace ciudadanos.
Al asumir la responsabilidad que le corresponde tanto al Estado como la familia, contribuiría a que de aquel se pueda recibir más y mejores servicios en salud, educación, seguridad y cualquier otro servicio público; de ésta más y mejores jóvenes para el desarrollo del país, así no habría que acudir a despedir de forma tan dramática a cinco jovencitos muertos en hecho de transito o a un niño de tres años muerto en hecho delincuencial.
El mundo seguirá al revés, mientras el Derecho sea inaplicado por las complicidades de las autoridades, mientras los padres no asuman que son los responsable de la formación integral de sus hijos. Es cierto que el Estado a través de la educación pública debe procurar la educación en ciencias y tecnologías, que la tarea de las escuelas es guiar a los estudiantes en su aprendizaje científico y tecnológico, pero también que los padres deben formar en ética, humildad, vocación de servicios, integridad. Por tanto la formación es responsabilidad del hogar, la educación del Estado a través de la instrucción pública de calidad. Para que el mundo vuelva al “Derecho” debe cada uno de los actores sociales asumir su responsabilidad, de lo contrario seguirá al revés.

 

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