De la Prisión a la Presidencia y de la Presidencia a la Prisión

El mayor reconocimiento que un pueblo puede hacer por una persona es que lo elija como su presidente y administrador de la cosa pública, del mismo modo, un pueblo se engrandece cuando tiene el valor de reclamar a su presidente aquellas actuaciones contrarias a la sana administración de los bienes públicos.

La historia refleja que varias han sido las personas que luego de estar en una cárcel cumpliendo condena, al obtener su libertad, lograron el favor de los votantes y alcanzaron la presidencia de su país. Del otro lado, en el pasado reciente, hemos visto una ola de encarcelamientos de seres humanos que siendo presidentes constitucionales de sus países, sus inconductas lo han llevado a tener que dejar el “mármol y mieles” de las casas presidenciales y acomodarse involuntariamente detrás de las rejas de recintos carcelarios.

Quienes han logrado la hazaña de salir de la cárcel y luego convertirse en presidentes de su país, tienen el común denominador, de que sus sometimientos a la justicia y posterior encarcelación fueron producto de sus luchas, cuyos propósitos estaban encaminados a lograr reivindicaciones sociales, o por la queja contra gobernantes que no respondían en sus actuaciones al bien común.

Algunos referentes universales de llegar a la presidencia luego de estar encarcelados son: Nelson Mandela y Fidel Castro. El primero, Mandela, duró más de 27 años en prisión por luchar contra el apartheid. Este sistema que perduró por varias décadas en Sudáfrica, consistía en segregar los grupos raciales (blancos, negros, indios, mestizos) en los servicios públicos, (Escuelas, Centros de Salud, Transporte, Diversión, etc.). El segundo, Castro, cuando entonces, joven revolucionario que a la luz de sus ideales, sus gestas tenían como propósito la liberación de su pueblo del imperialismo y de la dictadura imperante en la Cuba de Fulgencio Batista. Tanto Nelson Mandela como Fidel Castro, son iconos mundiales de lucha. Alabados y condecorados por naciones y con las altas o bajas que pudieran tener, son dignos de emularlos.

Del otro lado, los señores, Ricardo Martinelli, de Panamá, Luiz Inácio Lula da Silva, del Brasil y Ollanta Humala, del Perú, tienen en su haber los desméritos de que luego de ser presidentes han sido encarcelados. Estos expresidentes, tienen en común, los mismos Tipos Penales en sus sometimientos o acusaciones, una Operación Madre, una Compañía y un Nombre.

Tipos penales: Corrupción, Sobornos, etc.
La Operación Madre: Lava Jato.
La Compañía: Odebrecht.
Un Nombre: Joao Santana.

En el porvenir, por causas parecidas en uno y otro, algunos jóvenes de Hispanoamérica, podrían tener la oportunidad de salir de la cárcel y aspirar a la presidencia de su país, específicamente en Venezuela. De la misma manera, otros presidentes de la región, pudieran ser sometidos a la justicia y enviados a prisión.

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